Te has preguntado alguna vez quién crea el malware o por qué lo hace? Conoce acerca de las personas que están detrás de estas amenazas y qué los motiva: script kiddies, creadores de virus, y cibercriminales.
Primero debemos responder la pregunta principal: ¿Quién se beneficia con esto? ¿Por qué las computadoras, redes, y teléfonos móviles se convirtieron no sólo en portadores de información útil, sino también en un “hábitat” para diferentes programas maliciosos? En realidad, no es difícil responder a estas preguntas. Todas (o casi todas) las invenciones tecnológicas de uso masivo se convierten, tarde o temprano, en una herramienta para los estafadores, chantajistas y otros criminales. Tan pronto como se presenta una mínima oportunidad, alguien siempre encuentra la manera de aprovechar las tecnologías de una forma distinta de la que pretendían sus creadores, ya sea por sus propios intereses o para hacerse valer en detrimento de otros.
Desafortunadamente, las computadoras, los teléfonos móviles y las redes no escapan a este destino. Tan pronto como estas tecnologías comenzaron a ser utilizadas masivamente, los chicos malos entraron en escena. No obstante, la criminalización de estas innovaciones fue un proceso gradual.
- Vandalismo informático
- Robo
- Cibercrimen
- Negocios oscuros
En el pasado, la mayoría de los virus y troyanos eran creados por estudiantes que comenzaban a dominar el lenguaje de programación y querían probar sus habilidades, pero que no lograban encontrar la mejor plataforma para explotar sus capacidades. Esos creadores de virus buscaban una sola cosa: elevar su autoestima. Afortunadamente, una gran parte de estos virus no se distribuían masivamente (por sus autores) y al poco tiempo, estas amenazas eran eliminadas de los discos que los almacenaban. Algunos creadores de virus enviaban sus muestras a las compañías antivirus con una nota que aclaraba que el malware no sería transferido a otros.
l segundo grupo de desarrolladores de virus también incluía jóvenes (a menudo, estudiantes), que todavía no dominaban el arte de la programación y en ocasiones este hecho los empujaba a escribir virus, dado que les daba la oportunidad de sobresalir en el área. Estos desarrolladores inexpertos producían virus primitivos con numerosos errores (llamados “virus de estudiantes”). La vida de este tipo de desarrolladores de virus se volvió mucho más sencilla con el avance de Internet y la aparición de sitios web con tutoriales sobre cómo desarrollar un virus informático. Actualmente, estos recursos web dan recomendaciones detalladas sobre cómo infiltrarlos en los sistemas, cómo ocultarlos de los programas anti-virus y la manera de distribuirlos. A menudo, los textos originales son proporcionados por estos sitios, y tan sólo requieren de cambios mínimos por el autor.
Los desarrolladores de virus de mayor edad y experiencia están clasificados dentro del tercer y más peligroso grupo: creadores de virus profesionales que diseminaron sus programas al mundo: software malicioso y sofisticado, creado por programadores profesionales y talentosos. Estos virus lograban infiltrarse en los sistemas, contaban con la capacidad de acceder a los datos de formas muy inusuales, aprovechaban los errores de los sistemas de seguridad, empleaban técnicas de ingeniería social y muchos otros trucos más.