El usuario, en su intención de elegir una solución antivirus adecuada y de instalar un producto que garantice un alto nivel de protección contra los programas informáticos maliciosos, se enfrenta con el siguiente problema: ¿cómo tomar la decisión correcta?

Naturalmente, la mejor solución sería consultar diversas pruebas. ¿Existen? Sí. ¿Muchas? Por desgracia, no. Varias revistas de informática realizan diversas pruebas comparativas que evalúan los programas anti-virus desde el punto de vista del precio y la calidad de su servicio de atención al cliente.

Sin embargo, estas evaluaciones no pueden considerarse exhaustivas en términos de probar si un antivirus es funcional o no. En realidad, para probar si una solución de seguridad es eficaz, se requiere de una amplia variedad de virus y troyanos, así como de soportes y de procedimientos de prueba adecuados (ya que hay decenas de diferentes programas anti-virus). Por lo tanto, se necesita de un grupo de trabajo especial que pueda recoger los virus y poner a prueba a los programas antivirus. Esto a su vez, implica un financiamiento que apoye estas evaluaciones. Naturalmente, la mayoría de las revistas de informática no disponen de los recursos necesarios para llevar a cabo estas pruebas.
Existen varios expertos especializados en la realización de pruebas comparativas de antivirus. Sus pruebas proporcionan una descripción bastante detallada de la calidad de la detección de diversos tipos de programas maliciosos; la velocidad de reacción de las empresas antivirales antes los brotes de reciente aparición y la “proactividad” de los programas antivirus, entre otros factores. En este sentido, estas pruebas exhaustivas y detalladas pueden ser utilizadas para comparar con precisión las características de las diferentes soluciones antivirus.

Sin embargo, sólo algunas características generales son evaluadas, mientras que el resto (la conducta de los anti-virus en situaciones “reales”, la reparación de un sistema infectado, la reacción del anti-virus frente a un sitio web infectado, la cantidad de recursos que consume y la precisión en la verificación de los archivos y los instaladores) no lo son.

Este es otro problema, que surge cuando uno está escogiendo un sistema anti-virus: no existen pruebas completas. Y el problema de la elección de una solución anti-virus es vital. Por desgracia, las pocas pruebas que sí son integrales, son desconocidas para la mayoría del público. La industria antivirus es bastante joven y, por lo tanto, las pruebas comparativas completas (como existen, por ejemplo, en la industria del automotriz) son todavía inexistentes.