Los programas maliciosos pueden parecer un concepto relativamente nuevo. Las epidemias de los años recientes han servido para que la mayoría de los usuarios sepan que existen los virus, gusanos y troyanos –usualmente porque sus computadoras fueron víctimas de ataques-. La prensa también ha jugado un papel significativo informando frecuentemente sobre las últimas amenazas cibernéticas y los arrestos de los creadores de los virus.
Sin embargo, los programas maliciosos no son nuevos. Aunque las primeras computadoras no fueron atacadas por virus, esto no significa que no fueran potencialmente vulnerables. Simplemente, las tecnologías informáticas de entonces estaban en pañales y no había suficientes personas que entendieran los sistemas informáticos y quisieran explotarlos.
Pero cuando las computadoras se hicieron un poco más populares, empezaron los problemas. Los virus comenzaron a aparecer en redes como ARPANET en los años setenta. El boom de las computadoras personales iniciado por Apple a principios de los ochenta disparó el boom de los virus. A medida que más gente obtenía acceso a las computadoras, más personas estaban en condiciones de comprender su funcionamiento y algunas personas decidieron usar esos conocimientos con fines maliciosos.
Los virus se desarrollaron a la par de la tecnología. En las últimas de dos décadas hemos visto cómo las PC cambiaron hasta hacerse irreconocibles. Los rudimentarios equipos que se iniciaban desde un disquete, ahora son poderosos sistemas que pueden enviar enormes cantidades de datos casi al instante, remitir mensajes a cientos o miles de direcciones y entretener a las personas con películas, música y sitios web interactivos. No obstante, los creadores de malware tampoco se han quedado atrás.
Mientras que los virus de los años ochenta tenían en la mira a varios sistemas operativos y redes, hoy la mayoría de los programas maliciosos se escriben para explotar vulnerabilidades en el sistema operativo más usado: Microsoft Windows. El creciente número de usuarios vulnerables está siendo activamente explotado por los creadores de virus. Los primeros programas maliciosos causaban temor en los usuarios dado que las computadoras se comportaban de formas inesperadas. Sin embargo a partir de los años noventa, el malware se convirtió en una amenaza seria, capaz de robar información confidencial como detalles de las cuentas bancarias y contraseñas.
Así, los programas maliciosos se han convertido en un gran negocio. Por esta razón, es vital entender las amenazas contemporáneas para poder utilizar nuestra computadora sin incurrir en riesgos. Esta sección da una visión general de la evolución de los programas maliciosos. Ofrece también breves reseñas de algunas curiosidades históricas y brinda un marco para entender los orígenes de las amenazas cibernéticas contemporáneas.
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