Los exploits son programas que contienen datos o códigos ejecutables que aprovechan -con propósitos maliciosos- las vulnerabilidades de un programa instalado en un equipo local o remoto.
A menudo, los usuarios maliciosos emplean un exploit para penetrar en la computadora de la víctima, con el fin de instalar posteriormente un código malicioso (por ejemplo, para infectar con un malware a todos los visitantes de un sitio web comprometido). Asimismo, los exploits son comúnmente utilizados por los Net-Worms para hackear un equipo sin que se requiera ninguna acción por parte del usuario.
Los programas Nuker son los más notables dentro de la categoría de exploits. Éstos envían peticiones especiales a equipos locales o remotos, provocando el bloqueo del sistema.